El Proyecto
“La idea nace para ayudar al prójimo que se encuentra en una
situación de riesgo, estrés o de grave estado de salud, con el objetivo de
evitar una situación (lesión o complicación) extra a la que ya le toca
sufrir". Con estas palabras el inventor y médico Alejandro Suvire, presentaba su proyecto hecho realidad a día de
hoy.
La idea de este médico comenzó a gestarse hace años con la ayuda
de su padre, Francisco, un profesor ya retirado de la Universidad de San Juan.
La
camilla
La camilla mecánica adaptable no convencional
para traslado de paciente politraumatizado o en grave estado de salud posee la
capacidad de trasladar a una persona aprovechando los reparos anatómicos de la
espalda y las piernas, es decir, las curvaturas naturales que ofrecen el
cuello, la zona baja de la espalda, las rodillas y los tobillos. Una vez que se
han inmovilizado la cabeza y el cuello del paciente, con la colocación del
collarín ortopédico y la sujeción de la cabeza con dos almohadones de goma
espuma a cada lado de la cara, se comienza a armar el dispositivo.
Según su creador, “esta camilla posee un motor que reduce la necesidad del recurso humano y evita tocar al herido en cualquier momento, quitando los riesgos de lesiones por traslado, el cual se arma en tres minutos bajo el cuerpo del paciente sin tocarlo, y al hacerlo evita generar nuevas lesiones o empeorar las existentes.”
Según su creador, “esta camilla posee un motor que reduce la necesidad del recurso humano y evita tocar al herido en cualquier momento, quitando los riesgos de lesiones por traslado, el cual se arma en tres minutos bajo el cuerpo del paciente sin tocarlo, y al hacerlo evita generar nuevas lesiones o empeorar las existentes.”
Además del traslado hospitalario, sus beneficios se
destaca su utilización en una ambulancia, helicóptero o vehículo de traslado de
paciente. “En términos de catástrofe, la camilla sería un instrumento
vital".
El instrumento pretende
cambiar el paradigma de los primeros auxilios y traslados de pacientes, sin
dejar de lado el confort y seguridad en dicho traslado, optimizando
conjuntamente los recursos tanto humanos como económicos.
Ambulancia. Ocupan
el techo, el mayor espacio muerto de estos vehículos de salud, donde se instala
un riel en el que encaja el bastidor de la camilla. Puede incluso ser operado
por un celular vía bluetooth.
Servicios. Otra de las
camillas diseñadas permite incorporar tubos de oxígeno, vías para el suministro
de suero y analgésicos, o incluso un sistema de monitoreo de signos vitales.
Usos. Una versión
fabricada en acero quirúrgico permite utilizar el dispositivo en quirófanos o
salas de internación. Otra realizada en fibra de carbono permite el traslado en
ambulancias y helicópteros.
Outdoor. También
hay otro modelo cuyo marco se pliega como para que quepa en una mochila y pueda
utilizarse para hacer rescates en la montaña.
"La camilla también
sería muy útil para trasladar pacientes con ébola, por ejemplo, donde se debe
evitar el contacto para no propagar la enfermedad".
Se han diseñado
distintos tipos de versiones para maximizar su funcionalidad según corresponda:
trasladador hospitalario, trasladador pediátrico, deportistas de todos los
niveles y especialidades. Está adaptada para deportes de conjunto (rugby,
fútbol, basquet) y personas de cualquier contextura física.
Su particular diseño
enfocado para emergencia con dispositivo adaptable a ambulancias y helicópteros.
Resaltando su alto
impacto a nivel sanitario y social es un dispositivo cuyo fin es evitar nuevas
lesiones y agravar las existentes durante el traslado.
Fuentes:
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